Tradición renovada: descubrí nuestra irresistible receta de pie de manzana

Vamos a sumergirnos en el mundo de los sabores y a hornear juntos esta maravilla dulce. El pie de manzana, es un clásico reconfortante de la repostería, despierta los sentidos con su aroma a canela y manzanas caramelizadas. Esta deliciosa creación combina una base de masa hojaldrada o quebrada con capas generosas de manzanas frescas, endulzadas y sazonadas a la perfección. Al hornearse, la textura crujiente de la corteza se encuentra con el relleno jugoso, creando una experiencia gustativa que equilibra lo dulce y lo ligeramente ácido. La pie de manzana, un símbolo reconfortante de la cocina, invita a disfrutar de cada bocado como un abrazo cálido y familiar.

Ingredientes para la torta

400 gramos de harina de trigo

260 gramos de mantequilla fría

20 gramos de azúcar 

30 mililitros de vinagre de manzana o arroz frío

80 militros de agua fría

1 cucharadita de sal

Ingredientes del relleno

140 gramos de azúcar morena o mascabado 

30 gramos de fécula de Maíz o maicena 

4 a 6 manzanas 

1 cucharadada de jugo de limón 

1/2 cucharadita de canela molida 

1/4 cucharadita de jengibre en polvo 

1/4 cucharadita de nuez moscada 

1/4 cucharadita de sal

Ahora que tenemos todos los ingredientes listos, es hora de comenzar a preparar nuestro delicioso pie de manzana. ¡Vamos a darle rienda suelta a nuestra creatividad y a disfrutar del proceso!

Lo primero que vamos a hacer es tamizar la harina, la ponemos en el tazón de la batidora junto con el azúcar y la sal, removemos un poco y agregamos la mantequilla fría en cubos. Para batir usaremos la espátula o sonrisa, lo haremos a la velocidad más baja de nuestra batidora por 50 segundos. El objetivo de este batido es conseguir una textura arenosa y que la mantequilla se integre un poco con los ingredientes secos. Pasados los 50 segundos notarás trozos de mantequilla, así debe quedar.

Ahora agregamos el vinagre bien frío y el agua también bien fría, batimos solo por 15 segundos. Verás que los ingredientes no están totalmente integrados, pero si la compactás entre tus dedos se integran fácilmente y así es que las necesitamos. Ahora dividimos nuestra masa en dos partes, una ligeramente más grande que la otra. Juntamos y aplanamos un poquito la masa, la envolvemos en plástico film y llevamos a refrigerar por dos horas.

Empezamos poniendo cuatro cucharaditas de azúcar en el jugo de limón y reservamos. El resto del azúcar la ponemos en un tazón junto con la maicena, canela, jengibre, nuez moscada y sal, lo mezclamos y reservamos.

Ahora pelamos, troceamos y descorazonamos las manzanas en láminas finas. Cuando hemos terminado de cortarlas las ponemos en un tazón, le agregamos el jugo de limón con azúcar y removemos bien, luego cubrimos con papel film y dejamos reposar por 20 minutos. 

Pasado el tiempo, removemos las manzanas y le añadimos la mezcla de maicena y especies. Removemos bien para que todas las manzanas queden cubiertas con esta mezcla y reservamos. 

Cuando ya hayan pasado las dos horas sacamos la masa más grande, la dejamos reposar de 5 a 10 minutos a temperatura ambiente para que sea más fácil trabajarla. Espolvoreamos la mesa con harina, la masa y el rodillo. Ahora vamos a ir estirando la masa, te recomiendo levantar la masa de vez en cuando y poner un poco de harina, para que cuando terminemos de estirar se nos facilite levantarla. 

El grosor de la masa debe de ser de 6 milímetros y de un diámetro de 30 centímetros, porque usaremos un molde de 24 cm de diámetro y unos 4 o 5 cm de alto. Engrasá el molde con un trocito de mantequilla y para poner la masa con mayor facilidad, nos apoyamos del rodillo, enrollamos un poco la masa y con suavidad la pasamos al molde lo más centrada que podamos. Ahora acomodamos la masa y recortamos el exceso de los bordes, la dejamos reposar en refrigeración por 15 minutos.

Mientras tanto vamos a estirar la otra masa, recuerda que antes de estirarla debemos dejarla reposar a temperatura ambiente entre 5 a 10 minutos. Esta masa también debe tener 6 milímetros de grosor, una vez estirada vamos a cortar las tiras para nuestro enrejado, las vamos a cortar de un centímetro aproximadamente, lo podés hacer con un cortador de pizza o un cuchillo bien filoso. Procurá dejar las tiras del mismo ancho para un acabado más bonito.

Ahora que tenemos todo listo vamos escurrir las manzanas con un colador y las dejamos por 30 segundos. Luego sacamos la base de la refrigeradora y le colocamos las manzanas. Ahora vamos a la parte más divertida de esta receta, hacer el enrejado, colocamos cinco tiras separadas más o menos a la misma distancia de manera vertical, luego ponemos una tira pequeña sobre la parte superior de las tres tiras centrales a continuación ponemos cuatro tiras verticales en medio de las que ya habíamos puesto. 

Ahora iremos levantando alternadamente las tiras verticales para poner una horizontal y así sucesivamente para hacer un bonito enrejado. Una vez terminado el enrejado, cortamos los excesos y ahora aplastamos con los dedos un poquito los bordes para sellar.

En un tazón y con ayuda de un tenedor, vamos a batir un huevo y una cucharada de leche,  con esta mezcla vamos a pincelar el enrejado del pie, podés usar una brocha de cocina. Para decorar el borde estirá la masa restante con 2 milímetros de grosor y con un cortador de corazón pequeño, cortá varios corazones, luego ubicalos en el borde del pie, uno detrás de otro. 

Cuando terminés, pincelamos la mezcla de leche y huevo, y como toque final le ponemos un poquito de azúcar blanca a todo el enrejado para que le de un color dorado precioso, además de hacer nuestra cubierta más crujiente y deliciosa.

Llevamos nuestro pie a refrigeración por 15 minutos, pasado este tiempo lo llevamos al horno que debe estar precalentado como mínimo por 15 minutos a 190°C, lo dejaremos hornear por 60 minutos aproximadamente. Si ves que tu pie se está dorando mucho, no te preocupés, solo ponele una hoja de papel de aluminio encima, no necesitás presionarlo ni ajustarlo, solo ponerlo encima y ya.

Una vez que nuestro pie se haya horneado y tenga un bello y apetitoso color dorado, ponemos el molde sobre una rejilla y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Tenés dos opciones para degustar esta delicia, la primera es dejarla reposar por 2 horas y acompañarla con una bola de helado de vainilla; la otra es que podés dejarla reposar más tiempo para que esté totalmente fría y a disfrutar, las 2 opciones son más que apetecibles. 

Caramelo de maple y nueces

Este delicioso relleno llevarán tus pasteles a otro nivel. En general los rellenos intensifican y contrastan sabores, esta es su función y este que haremos hoy a base de caramelo de maple y nueces, te va a encantar. Podés utilizarlo con una torta de manzana y nueces.

Ingredientes del caramelo de maple y nueces 

150 gramos de azúcar

60 gramos de leche o crema de leche

48 gramos de mantequilla sin sal

45 gramos de miel de maple

37 gramos de nueces picadas

Procedimiento 

En una sartén o olla ponemos el azúcar hasta caramelizar, para lograrlo solo debemos agitar la sartén hasta que adquiera un color cerveza o rojo vino, en este proceso no usamos ningún instrumento para mover el azúcar, solo agitar la sartén. Aparte y con ayuda del microondas, vamos a hervir la crema de leche junto a la miel de maple durante unos 30 segundos, luego la agregamos sobre el caramelo y lo incorporarmos con la espátula, finalmente le agregamos las nueces y reservamos hasta que esté frío.

Reventá el molde con sabor preparando la crema de mantequilla de vainilla

La crema de mantequilla es una de las coberturas más utilizadas para cubrir pasteles debido a su sabor y versatilidad para decorar. Existen diferentes variantes de cremas mantequilla, por ejemplo la crema de merengue suizo o la americana. Atrévete a preparar esta deliciosa variante con La Repostery. 

Ingredientes de la crema de mantequilla

375 gramos de mantequilla

125 gramos de azúcar estándar o  granulada 

90 gramos de huevo 

32 gramos de agua

6 gramos de vainilla (pasta o esencia)

Procedimiento

Haremos un almíbar disponiendo el agua y el azúcar en una olla, lo pondremos a fuego alto  hasta alcanzar los 116°C, recordá tener en mano tu termómetro. Cuando hagamos esto no removemos porque se cristaliza el azúcar. Mientras se va calentando, vamos a batir los huevos usando la herramienta globo a velocidad alta hasta que la mezcla se torne de un color amarillo claro. 

Luego agregamos el almíbar lentamente sobre los huevos, para esto ponemos nuestra batidora a velocidad media hasta integrarlo todo, luego volvemos a velocidad alta hasta que la mezcla se enfríe, una vez fría, bajamos a velocidad baja y procedemos a integrar la mantequilla fría en cubos poco a poco hasta tener una mezcla homogénea. En este paso debemos tener paciencia, no podemos aumentar la velocidad si queremos obtener una crema sedosa, así que calma, finalizamos agregando la vainilla. 

Seguí las instrucciones para asegurarte que el resultado sea una crema suave y consistente, porque la usaremos para cubrir deliciosos pasteles.

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