En el fascinante mundo de la repostería, la elección de grasas desempeña un papel crucial en la creación de texturas y sabores irresistibles. Desde la mantequilla, con su rica profundidad y su capacidad para crear una textura indulgente, hasta los aceites vegetales, que aportan humedad y ligereza, cada tipo de grasa añade su carácter único a los productos horneados. La manteca, con su versatilidad para generar capas delicadas, y los aceites de frutos secos, que introducen matices aromáticos, son solo ejemplos de las elecciones cuidadosas que los maestros pasteleros hacen para dar vida a creaciones que van más allá del simple sabor, convirtiendo cada mordisco en una experiencia sensorial inolvidable.
Como ya mencionamos existen tres tipos: mantequilla, aceite y las margarinas. Ahora te contaremos un poco sobre cada una: La mantequilla es la que nos deja los mejores sabores, lo ideal es usar mantequilla sin sal que tiene mayor cantidad de grasa, arriba del 82%, así que a la hora de hacer las compras es muy importante que revisés este dato.
![](https://i0.wp.com/larepostery.com/wp-content/uploads/2023/12/simon-sapper-aLUCJreCnsg-unsplash-edited.jpg?resize=1170%2C1560&ssl=1)
El aceite proporciona humedad a la torta, pero el sabor no es muy agradable, así que se usa en tortas donde la grasa no predomina.
![](https://i0.wp.com/larepostery.com/wp-content/uploads/2023/12/fulvio-ciccolo-Pmkq0yZ80-4-unsplash.jpg?resize=683%2C1024&ssl=1)
La margarina es aceite de palma que se procesa para hacerla dura. Se puede usar para pasteles y galletes, pero el sabor no es igual y la esponjosidad tampoco.
One thought on “Mantequilla, aceite y más: Navegando por las grasas en la repostería”